OSA, que por ese nombre entendía, era una perra con un cruce no muy definido, creemos que con el Gos d'atura, formo parte de la familia después de haber sido adoptada , debía tener un año cuando la trajeron, y supuso,una gran compañía de mis sobrinas pequeñas con un comportamiento noble y fiel, siempre dispuesta a salir de paseo, y si la invitabas a ponerse a tu lado por si se perdía algo que comer , si no la atendías te recordaba, dándote unos golpecitos con su pata, haciendo al tiempo un juego de ojos y cejas enormemente expresivo, indicando lo que pretendía.
Fue un encanto tenerla como mascota, su desaparición de mayor, hubo que superarla y no fue fácil.
Alfredo Campos B
VIGO